Pequeña Viajera, no estés triste.
Nunca tan voluble, nunca tan humana, nunca tan dulcemente melancólica como cuando cumples años.
De tus ojos, cual ave enjaulada, se vislumbra el anhelo de emprender rumbo lejano.
No tomes ansias, sonríe, sonríe siempre y disfruta del paisaje,
¿ no sabes que el sol no tiene sentido de ser si sus rayos no entibian tu almática existencia ?
¿ Acaso no comprendes que la brisa que refresca tus mejillas, tiene mil secretos por develarte ?
Pequeña viajera, no te sientas sola.
Te ofrezco mi abrazo una vez más, que no se cansa de cobijarte, te ofrezco mi amistad eterna y mis huellas en la arena junto a las tuyas, y en las nubes, si así fuera posible.
Pequeña viajera, no llores.
Y si tus lágrimas han de correr, que sean de intensísima alegría. Por que haz de saber que toda tú eres intensa, amiga mía, viajera mía.
Pequeña viajera, no te enojes.
A menos que sea para encarar al mar, por basto,
o encarar al cielo, por iluminar ilusiones, y ensombrecer proyectos.
Pequeña viajera, no te vayas lejos.
Pero si haz de hacerlo, no corras, ¡vuela ! Vuela lejos, ¡ Cumple tus Sueños !
